En las praderas, aquí y allá.
Tradicional. Sólo se ha utilizado por los niños, de antes, ya adultos ahora, para comerse la parte inferior de la cabezuela floral. No tenía gran valor “gastronómico”, pero si cultural ya que se ha transmitido esta acción a través de las generaciones. A
los majuletos le denominan también pan de cigüeña, sobre todo en la zona de Canencia.